En un mercado tan acelerado, estamos acostumbrados a escuchar sobre terabytes o incluso petabytes. Sin embargo, alcanzar un exabyte de datos almacenados, que equivale a 1,000 petabytes o a más de 350 mil millones de imágenes es un logro reservado para muy pocas organizaciones. El Centro Europeo de Predicciones Meteorológicas a Medio Plazo (o ECMWF por sus siglas en inglés), una institución reconocida por su infraestructura computacional, ha alcanzado este hito de almacenamiento.
El volumen de información es indispensable, pues este organismo proporciona predicciones meteorológicas a gobiernos, universidades y empresas. Para gestionar esta enorme cantidad de datos, necesitan soluciones de almacenamiento confiables y escalables que no sólo ofrezcan capacidad, sino también seguridad y durabilidad. Es ahí donde las cintas LTO entran en juego.
El objetivo del centro es mantener todos los datos generados de manera indefinida, tanto las observaciones como los resultados concretos de los modelos meteorológicos. Esta política es vital para investigaciones futuras, colaboraciones académicas y el análisis de eventos meteorológicos históricos. Sólo las cintas LTO pueden satisfacer necesidades tan grandes y tan a largo plazo.
La cantidad de datos que almacena el ECMWF ha crecido a un ritmo de entre el 30% y el 40% anual durante las últimas dos décadas. Esta expansión los ha llevado a implementar más de 60,000 cintas y 10 bibliotecas de cintas, que resguardan copias de seguridad utilizando tecnologías LTO-8 y LTO-9.
¿Cómo funciona esto en la práctica? El sistema del ECMWF es altamente dinámico, con un promedio de 5,600 montajes de cartuchos por hora, llegando a picos de hasta 1,000 montajes en momentos críticos. Esto mantiene en operación a más de 400 unidades de cinta de manera simultánea con un bajo consumo de energía, algo que sería imposible con otros medios de almacenamiento tradicionales.
Otro de los retos más interesantes que la cinta ha ayudado a esta organización a enfrentar, fue el traslado de todo su centro datos desde Reading, en Inglaterra, a Bolonia, Italia. Mover físicamente cientos de petabytes de datos no fue tarea sencilla, pues una transferencia a través de la red habría tardado años. En su lugar, optaron por una solución práctica: desconectaron temporalmente los sistemas en el Reino Unido y ejecutaron los servicios desde Italia. Las cintas fueron transportadas en camiones, y a medida que las bibliotecas se ensamblaban en su nuevo destino, los cartuchos eran reinsertados en sus respectivos sistemas.
Este complejo movimiento fue una clara muestra de que las soluciones de almacenamiento en cinta pueden adaptarse incluso a los desafíos más exigentes manteniendo la integridad de los datos y la continuidad operativa.
Almacenar un exabyte de datos y moverlo a través de Europa demuestra la efectividad y confiabilidad de la tecnología LTO en la era de los grandes volúmenes de información. Con cintas y bibliotecas, el ECMWF ha podido gestionar datos críticos de forma eficiente y segura para seguir ofreciendo información esencial para predicciones más precisas y útiles.